
Alfa: un viaje de alegría
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Desde el momento en que Alfa llegó a nuestro mundo el 15 de julio de 2017, quedó claro que era más que una simple mascota; era un estallido de amor envuelto en piel. Su pelaje blanco y esponjoso y sus tiernos ojos eran un testimonio de la conocida belleza de la raza Shih Tzu, pero fue su corazón lo que realmente lo distinguió.
Alfa vivió su vida como una suave melodía, una partitura de fondo para nuestros bulliciosos días. Con cada paso que daba en el parque, daba vida a la quietud de los árboles y al silencio del rocío de la mañana. Tenía una forma peculiar de inclinar la cabeza, capturando los corazones de los transeúntes, atrayendo a niños y adultos por igual a su pequeño círculo de alegría.
Aunque llevaba el nombre de un líder, el alma de Alfa era gentil. Él nunca buscó liderar sino amar, y al amar, se convirtió en el centro de nuestro universo. No era alguien que ladrara órdenes; en cambio, su tranquila presencia fue suficiente para atraer la atención y el afecto de todos.
Su lugar favorito era el parque, donde la hierba besaba sus patas y el viento jugaba con su pelo. Aquí, Alfa estaba en su elemento, persiguiendo los coloridos aleteos de las mariposas, aunque siempre con una gracia cuidadosa, como si entendiera la fragilidad de la belleza que lo rodeaba.
El parque fue donde también encontró su valentía, enfrentando sus miedos, una ardilla a la vez. Fue donde nos enseñó a estar presente, a la alegría de las cosas simples, como la sombra de un árbol o la emoción de una brisa inesperada.
Nuestras rutinas giraban en torno a estos paseos, momentos donde el tiempo parecía detenerse y lo único que importaba era el vínculo entre un perro y su familia. Con cada amanecer y atardecer que compartimos, Alfa escribió una historia, una historia real de lealtad, compañerismo y amor incondicional.
Al despedirnos de Alfa el 23 de enero de 2024, nos damos cuenta de que en realidad nunca nos deja. Porque en el parque donde caminamos, en los rincones de nuestra casa donde jugó y en el fondo de nuestros corazones donde reside, Alfa sigue siendo una parte indeleble de nuestra historia, un capítulo de pura felicidad en el libro de nuestras vidas.
Descansa en paz, amado Alfa. Tu historia continúa desarrollándose en el cielo de nuestros corazones, donde cada día es un paseo por el parque y cada momento es un recuerdo atesorado.